martes, 7 de octubre de 2014

Crossfit: ¿Entrenamiento de alta intensidad o riesgo de lesiones?

 
 
Fisioterapeuta Kevy Oropeza.- Mucha gente piensa que no tiene problemas de salud, es decir, que está sana porque no padece enfermedad. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud dice que “La salud es un completo estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad” Por tanto, tenemos que asumir que no existen tantas personas sanas como parece.
Ahora se ha puesto muy de moda los entrenamientos de alta intensidad para ayudar a quemar la mayor cantidad de calorías, porque un amigo me dijo, o simple porque mi vecino lo hace en su casa con algún video que bajo de Youtube y en 30 minutos suda muchísimo con una chaqueta térmica y el mono que se colocan. Sin saber si estás quemando calorías o te estas deshidratando, aparte no tomas previsiones si los movimientos que se realizan son los indicados para él, y hay que tener cuidado con la intensidad (en la práctica del deporte). Si es mucha, alguien con una patología que no ha sido diagnosticada puede correr riesgo.
El Crossfit es una práctica deportiva que nació en California en el año 2001 y fue creada por Greg Glassman, quien diseñó una serie de ejercicios para mejorar el desempeño de los policías de la ciudad Los Ángeles y miembros del ejército de Estados Unidos posteriormente. Una de las premisas del Crossfit es que sea variado, para evitar la rutina de los gimnasios tradicionales (de hecho uno de los lemas del Crossfit es: “Nosotros no utilizamos máquinas, creamos máquinas”). Por eso, se entrenan con todo tipo de accesorios, desde kettlebells (también conocidas como pesas rusas), sogas para trepar hasta el techo y hasta cauchos grandes de camiones. Y no solo son los aparatos.
 




riesgo de lesionarte con el crossfit es alto?

Para esta actividad se necesita realizar la prescripción de ejercicio mediante el cual se recomienda a una persona un régimen de actividad física de manera sistemática e individualizada, para obtener los mayores beneficios con los menores riesgos. El conjunto ordenado y sistemático de recomendaciones constituye el programa de ejercicio físico.
 El objetivo fundamental de la prescripción de ejercicio es ayudar a las personas a incrementar su nivel de actividad física habitual. Una actividad física programada parece ser más eficaz para mejorar diferentes parámetros relativos a la condición física (watios, VO2 máx y FC en la zona de transición aeróbica-anaeróbica), que una actividad física no programada, y a su vez, un programa de entrenamiento individualizado provoca mayores adaptaciones con el entrenamiento que un programa estandarizado que normalmente los practicantes del crossfit no cumplen con este requisito. Los objetivos específicos de la prescripción de ejercicio varían en función de los intereses individuales, el estado de salud y el entorno de la persona. Estos son algunos de los objetivos:
1)      La mejora de la forma física
2)      La mejora de la salud mediante la reducción de los factores de riesgo para padecer enfermedades crónicas.
3)      La realización de un ejercicio más sano y seguro.
Recientes estudios llevados a cabo por la Dra. en Medicina Deportiva y Fisiología HeatherGillespie, del Ronald Reagan UCLA Medical Center (Los Angeles, California, EE.UU.) y corroborados por el ya nombrado Dr. Michael Joyner, entre otros, concluyen que el exceso de práctica de esta disciplina puede provocar un daño muscular importante, lo cual produce elevadas concentraciones de mioglobina y de CK (creatin quinasa) en sangre y orina, trastorno conocido como rabdomiólisis. Estas dos proteínas provienen del músculo dañado y son liberadas al torrente sanguíneo, teniendo que ser posteriormente eliminadas por orina tras un proceso renal intenso. Ese sobreesfuerzo al que se ven sometidos los riñones puede producir un fallo renal.
 

Por otro lado, ¿qué decir de las lesiones ósteo-musculares, tanto agudas como crónicas, que se vienen produciendo por un exceso de práctica? Enumero unas cuantas:

 Tendinitis rotuliana (“rodilla de saltador”): inflamación del tendón rotuliano causada por acciones de alto impacto, principalmente, por los ejercicios pliométricos.
 
 Periostitis tibial: inflamación del periostio que recubre la cara anterior de la tibia. Las causas pueden ser varias: correr, saltar, hacer sentadillas… La alta velocidad a la que se realizan estos movimientos puede provocar una falta de control de la técnica de ejecución de los mismos, forzando una transferencia del peso corporal hacia la punta de los pies al buscar el equilibrio para no caerse, lo que causa un exceso de rozamiento de la musculatura tibial sobre el hueso.
 Lumbalgias y lumbociatalgias: sobrecargas y contracturas a nivel de la musculatura lumbar e inflamaciones del nervio ciático. Estas lesiones se pueden producir por cualquier movimiento forzado descontrolado (dominadas con sacudidas, arrancadas, pliometría).
 Epicondilitis (“codo de tenista”) y epitrocleitis (“codo de golfista”): inflamaciones en la articulación humeroradiocubital, causadas por movimientos bruscos repetitivos y sobrecargados
 Síndrome subacromial (“hombro de peluquera”): inflamación del manguito de los rotadores, también producida por los movimientos elevación lateral con pesas brusco, elevación de barras a alta velocidad o lanzamiento de balones medicinales por encima de la cabeza)
 
 
Cualquier disciplina atlética requiere un aprendizaje. El problema no es el CrossFit, sino el sentido común.

 
 
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