La práctica del fútbol requiere
diversas capacidades y destrezas, entre las que se incluyen la resistencia, la
agilidad, la velocidad, y la comprensión técnica y táctica del juego. Todos
estos aspectos se enseñan y mejoran en la sesión de entrenamiento, pero jugar
al fútbol implica también un considerable riesgo de lesión. Por tanto, una
sesión ideal de entrenamiento debería también incluir ejercicios destinados a
reducir el riesgo de lesión.
El programa de prevención de
lesiones los “11+” fue desarrollado por un grupo internacional de expertos
basándose en su experiencia práctica con distintos programas de prevención de
lesiones para jugadores aficionados mayores de 14 años. Se trata de un paquete
completo de calentamiento y debería sustituir el calentamiento habitual previo
al entrenamiento.
Un estudio científico demostró
que los equipos de fútbol juvenil que practican los “11+” como calentamiento
habitual tenían un riesgo de lesiones significativamente inferior a los equipos
que calentaban de la manera normal.
Los equipos que practicaron los
“11+” regularmente al menos dos veces por semana tuvieron un 37% menos de
lesiones durante el entrenamiento y un 29% menos de lesiones en los partidos.
Las lesiones graves se redujeron en casi un 50%. Este estudio se publicó en el
renombrado British Medical Journal en 2008.
Los “11+” se compone de tres
partes con un total de 15 ejercicios que deberían realizarse al comienzo de
cada sesión de entrenamiento siguiendo el orden especificado.
1a Parte: seis ejercicios de
carrera a poca velocidad combinados con estiramientos activos y contactos
controlados con el compañero;
2a Parte: seis grupos de ejercicios, centrados
en la fuerza del tronco y las piernas, el equilibrio y la pliometría/agilidad,
cada uno con tres niveles de dificultad creciente; y
3a Parte: tres ejercicios de carrera a
velocidad moderada/ alta combinados con movimientos de cambio de dirección.
Un punto fundamental del programa
es el uso de la técnica adecuada durante todos los ejercicios. Hay que prestar
mucha atención a la posición correcta y a un buen control corporal, incluida la
alineación recta de la pierna, la posición de las rodillas por delante de las
puntas de los pies y los aterrizajes suaves.
Los elementos clave de un
programa eficaz de prevención de lesiones de jugadores de fútbol son la fuerza
central, el control y equilibrio neuromuscular, el entrenamiento excéntrico del
bíceps femoral, la pliometría y la agilidad.
Entrenamiento del tronco
El “tronco” es una unidad funcional, en la que
no solo se incluyen los músculos del tronco propiamente dicho (abdominales,
extensores posteriores), sino también los de la zona coxo-pélvica. El
mantenimiento de la estabilidad del tronco es una de las claves para el
funcionamiento óptimo de las extremidades inferiores (especialmente la
articulación de la rodilla). Los futbolistas deben tener suficiente fuerza y
control neuromuscular en los músculos del tronco y la cadera para lograr la
estabilidad de la zona central.
Control y equilibrio neuromuscular
El control neuromuscular no es una entidad
única, sino un conjunto de sistemas que interactúan e integran distintos
aspectos de las acciones musculares (estática, dinámica, reactiva), las
activaciones musculares (excéntricas más que concéntricas), la coordinación
(músculos multiarticulares), la estabilización, la posición corporal, el
equilibrio y la capacidad de anticipación.
Pliometría y agilidad
Los ejercicios pliométricos son los ejercicios
que permiten que un músculo alcance su máxima fuerza en el menor tiempo
posible. En muchas actividades deportivas contracciones concéntricas siguen
rápidamente a contracciones excéntricas del músculo. Por este motivo, deben
usarse ejercicios funcionales específicos que enfaticen este rápido cambio en
la acción del músculo a fin de preparar a los atletas para sus actividades
deportivas concretas. El objetivo del entrenamiento pliométrico es disminuir el
tiempo necesario entre el final de la contracción excéntrica del músculo y el
comienzo de la contracción concéntrica. La pliometría ofrece la capacidad de
practicar pautas concretas de movimiento de modo biomecánicamente correcto,
reforzando así el músculo, el tendón y el ligamento de manera más funcional.
El entrenador debería ser
consciente de la importancia y eficacia de los programas de prevención de
lesiones. No todas las lesiones de fútbol pueden prevenirse, pero especialmente
las lesiones de rodilla, los esguinces de tobillo y los problemas de uso
excesivo pueden reducirse significativamente mediante la realización de
ejercicios preventivos de forma regular.
Los jugadores son el principal
activo del club y del entrenador: si los jugadores (clave) se lesionan, los
entrenadores tienen menos posibilidades a la hora de decidir la alineación y el
equipo normalmente obtiene menos puntos. Por tanto, las estrategias de
prevención de lesiones deberían formar parte cada sesión de entrenamiento.
Es crucial que el entrenador
motive a los jugadores para que éstos aprendan los “11+” y practiquen los
ejercicios de manera adecuada y regular. Las investigaciones han demostrado que
el cumplimiento es el elemento clave para la eficacia. Los equipos que
practicaron con más frecuencia los “11+” tuvieron menos jugadores lesionados
que otros equipos. El modo más sencillo es desarrollar los “11+” como
calentamiento habitual al comienzo de cada sesión de entrenamiento, y la 1a
parte y la 3a como calentamiento previo a los partidos.
Referencias bibliográficas
Soligard T, et al. BMJ 2008 Dec 9; 337:a2469. doi: 10.1136/
bmj.a2469
Soligard
T, et al. Br J Sports Med 2010;44(11):787-793.
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