domingo, 2 de febrero de 2014

¿DOLOR EN EL PIE DEL CORREDOR?




Cuando el dolor del pie del corredor no se localiza claramente en el tobillo o en los dedos, sino que puede sentirse en la zona lateral o central de la planta del pie o en el dorso (dolor difuso en la parte delantera del pie, entre las bases de los metatarsianos) hablamos de «metatarsalgia».

Descartando la naturaleza aguda del dolor que puede esconder una fractura o fisura por estrés, la metatarsalgia puede deberse a una «bursitis» o a una degeneración del cartílago del tipo de las artritis que duele puntualmente a la palpación no muy profunda. Otra forma común de dolor en el medio pie, que es conveniente descartar en este tipo de dolencias, es el llamado «neuroma de Joplin» o dolor punzante y fluctuante entre las bases de dos metatarsianos que se produce al pellizcarse el nervio entre dos huesos. Otras formas de este dolor tan molesto al iniciar y desarrollar el apoyo del pie en la carrera son las «tendinitis de los huesos sesamoideos» o el desplazamiento de éstos favoreciendo la formación de juanetes. También, cabe considerar la posibilidad de hacerse un «esguince” en la articulación metatarso-falángica o en la interfalángica del dedo gordo.(hallux)


EL JUANETE O “HALLUX VALGUS” DEL CORREDOR

Los pequeños huesos que están bajo el dedo gordo del pie (sesamoideos) pueden desplazarse de su posición por desviaciones anatómicas como los juanetes o por desplazamiento del dedo gordo (“hallux valgus”) Cuando los sesamoideos están desplazados de su posición normal, desgastan el cartílago de la articulación y provocan importantes actitudes viciadas al caminar. Todo ello podría llevar a las artritis, por lo que es aconsejable, realizada una buena exploración y confirmado el diagnóstico médico, considerar los oportunos tratamientos ortopédicos para el pie y apropiado calzado tanto para correr como para las actividades de la vida diaria (los zapatos no deben tener puntera estrecha ni tacón alto).

El desvío que se produce desde el dedo gordo del pie buscando el segundo dedo, e incluso, situándose por encima de él hace que la raiz del primer dedo protruya de forma abultada en el borde más interno del pie, en lo que mucha gente considera una deformación más estética que funcional. Pero el roce excesivo de dicho abultamiento produce, a la larga, callosidades y dolor con modificación de la pisada hasta evitar el apoyo normal en la cabeza de ese primer metatarsiano, utilizando como apoyo forzado el segundo radio, el metatarsiano del segundo dedo.

La primera consideración terapéutica importante es el vendaje funcional con lo que llevaremos sujeto el primer dedo con esparadrapo apropiado (tape), realineándolo por fuera de los sesamoideos hacia el resto del medio pie, con la técnica de “taping” oportuna. Este «taping» debe llevarse para entrenar o competir, durante una temporada.

Respecto al tratamiento manual, es conveniente una terapia osteopática para normalizar la articulación metatarso-falángica y la interfalángica del dedo gordo afectado. En dicha técnica atrapamos el primer dedo y lo separamos del segundo imprimiendo una ligera rotación hacia el borde interno del pie y hacemos, a la vez, un empuje hacia fuera de la cabeza “subluxada” del primer metatarsiano. Se repite varias veces y se acompaña durante meses de ejercicios para aprender a apoyar en el primer radio con confianza (propioceptivos, bombeos articulares, etc.).

BURSITIS METATARSA

 
Es una inflamación de la bolsa serosa de la cápsula sinovial en la base del hueso metatarsiano (el metatarsiano es como un «radio» o hueso continuador de los dedos en el medio pie) que puede producir dolor y algo de tumefacción. El tratamiento de urgencia ante la sospecha de esta tumefacción es hielo durante los tres primeros días, con aplicaciones de veinte minutos y tres veces al día.

Está totalmente contraindicado el masaje pues puede extender violentamente la inflamación de la bolsa de roce (la bursa). El vendaje selectivo de la articulación es necesario si la actividad física diaria es importante.

NEUROMA DE JOPLIN

Es una inflamación del nervio alrededor de los huesos que sujetan el primer radio metatarsiano: los sesamoideos. Se forma por llevar muy apretados los cordones de las zapatos o por usar tacón alto. La sensación de dolor es, en este caso concreto, muy quemante y con pinchazo en el dedo gordo del pie, por tanto esta metatarsalgia no ocurre en el resto de los dedos. El tratamiento ortopédico ayuda a mejorar estos neuromas, pero cuando la irritación es grande no hay más remedio que infiltrar de forma subcutánea sustancias eficaces pero poco agresivas como son las que nos proporciona la Medicina Biológica, y en este caso concreto se utilizan Traumeel y Neuralgo- Rheum-Injeel, junto a Kalmia Compositum (Heel). Junto a este tratamiento natural se recurre a la manipulación metatarsal de esta articulación, que al tener una curiosa disposición en «silla de montar» responde a la decoaptación con giro articular. Si todo ello no resuelve el problema recurriremos a la cirugía.
TENDINITIS DE LOS SESAMOIDEOS

El dolor de la eminencia metatarsiana puede proceder de un tendón que está unido a los huesos sesamoideos. En este caso es muy típico que duela al comenzar el rodaje o entrenamiento, para desaparecer a los cinco o diez minutos. Reaparecerá al terminar la carrera, cuando nos enfriemos.Y si las adherencias o fibrosis ya han hecho acto de presencia, algo normal en tendinitis cronificadas, las técnicas manuales con técnicas transversas de masaje profundo suelen obtener buenos resultados.

Cuando corremos fuerte y sobre superficie dura los huesos de la bóveda plantar pueden resultar irritados hasta el punto de inflamarse y dar dolor que imposibilita el apoyo sin dolor y por tanto impide correr. Desde el inicio de estas pequeñas lesiones debemos ser precavidos y poner hielo discreción cuando acabemos de correr. El vendaje que se utiliza habitualmente para las fascitis suele estar muy indicado cuando tengamos esguinces de este tipo. La prevención de lesiones «ligamento-metatarsianas» como las que se dan en estos pequeños esguinces pasa por realizar ejercicios de prensión con la planta, cogiendo objetos desde los dedos como toallas, lápices o pequeñas pelotas. El fortalecimiento de los pequeños músculos del pie caminando descalzos sobre arena o la playa y los vendajes protectores para correr deben ser la norma si se sospecha padecer un cuadro como los descritos. La educación «propioceptiva»
 
RECOMENDACIÓN:

Si te duele el músculo largo del dedo gordo o (hallux) debes tomar tiempo libre de actividades físicas y descansar el pie. Durante este lapso, debes usar tobilleras ortopédicas o férulas para limitar el movimiento. Dentro de las primeras 48 horas después de la aparición del dolor, utiliza hielo para controlar cualquier inflamación o hinchazón. El hielo provoca vasoconstricción (estrechamiento de los vasos sanguíneos), lo que reduce la inflamación y el dolor al limitar en el área el flujo de sangre y linfa. El hielo es más eficaz si se comprime directamente en el tendón afectado a intervalos de 20 minutos todo el día (cada tres o cuatro horas). Elevar los pies por encima del corazón también puede reducir la inflamación y el dolor. Una vez que la inflamación ha disminuido un poco, el calor puede promover el flujo sanguíneo (con sus propiedades curativas)



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